12 de enero de 2011

Hablando en silencio.



Si pudiera escribir el sonido a lo lejos se escucharía una risa desganada, una pausa, un suspiro profundo, el sonido de un grillo y la platica de las estrellas.
No hay voz humana que interrumpa ese silencio nocturno,pero si escuchas bien están varios corazones hablando, algún anima llorando y tal vez solo si pones atención, estará la conciencia dando vueltas por las calles.


En esa platica nocturna hay una que en especial llama la atención, un corazón doliente,mas no sangrante, resignado y no por orgullo, el dice que la vida lo ha orillado a estar así y que no hay mas que hacer mas que seguir latiendo, es una fanfarria de controversias, los corazones hablando son verborreicos puros. 


En cambio las almas, es difícil hallarles, se esconden bien, no les gusta ser vistas, siempre se disfrazan, hasta lacayos tienen, puesto que sino sale ella, el orgullo las puede rescatar, y cuando a veces no hay mas orgullo quizás la dignidad salga en su ayuda.
Hay quienes se jactan de haber conocido el alma, pero es tan poco creíble, tanto como decir que ayer paso una vaca con alas a mi casa, nos tomamos una taza de café y se fue porque el establo se había quedado solo.


A pesar de las abismales diferencias entre ambos seres, son tan unidos, tan hechos el uno para el otro, no hay corazón sin alma y sin alma no hay corazón.
Son seres inmortales, sufren,lloran, ríen, aman y siguen de pie.


Mi alma y corazón no tienen nombre, y a veces platico con ellos, los escucho, los animo, reímos por las tonterías que hacemos,y lloramos de vez en cuando..
Ellos son mi motor, mi alimento, mi refugio.


Y si a alguien le tengo que agradecer, es a ellos, sin ellos no soy, sin ellos no vivo, sin ellos no escribo.
Debo irme,a mi alma ya le dio frío aquí afuera y mi corazón sigue hablando.