Artes.

Podría pasar noches enteras a tu lecho llorando tu perdón, clamando que me busques,tirando mi poca dignidad al olvido, desahuciando tus recuerdos, mi amor, tu cuerpo.
Y sabes, pensé que me pesaría tu partida, que desarmaría mis días con sus noches incluidas,
pero adivina.


Aprendí el misterioso arte del desprecio, estudie minusciosamente el alfabeto de la ausencia,
pinte en lienzos de amargura figurada con tintas de exquisita rendición.
Esculpí en mármoles de venganza, pesque en ríos de sangre azulada, me refugie en música aromada de silencio, tiempo y compás.
Actué en sátiras de la vida, leí libros de agonía y escribí en otras lenguas aprendidas.
Me instruí en la astronomía observando planetas novelescos con sus estrellas escondidas.
Fui empleado en la lujuria de objetos vacíos, en erotismo allanado de desierto con fantasías repletas, sin noción de la cama.
Y me titule con honores, en la totalidad de su significado.
Y adivina otra vez.


Aprendí todo de ti amor mio.