Sonriendo.

Ayer, ayer fue duro.
Ayer, tuve una cita conmigo.
Nos hablamos de tu, perdimos la educación y nos dijimos de cosas hasta que sentí que no quedo mas.
Ayer, escribí, cosas duras, hirientes, existencialistas.




Pero hoy, quiero darme cuenta de que no vale tanto la pena.
Que hoy vivo para mi, y aunque haya mucho de mi amor hacia ti,
no puedo hacer mas que desearte una buena velada con tu novio,
tratar de no imaginar cuando bese tus labios, o cuando toque tu piel.





Ya no quiero tragarme cosas, ya no quiero tragar nada. NADA.
Ahora recuerdo el motivo de este blog, es para eso, para liberarme, para gritar, llorar, amar.
No quiero sentir mas ese sentimiento que quema, al saber de el, o al leer mis verdaderas palabras.
Simplemente no quiero, y debo tratar, esforzarme, empujarme yo solo, y no cavar mas profundo.
Que quizás nunca cave ningún hoyo y siempre estuve sobre la tierra.






Hoy Luis, solo por hoy, como te dije, por hoy quiero estar bien conmigo,
mandar al carajo mi preocupación, mi anhelo de estar contigo, sacarte de mi mente y sonreiré.
Y si estas con el Bravo! y si estarás conmigo también, sino al coño, al demonio todo, no voy a estar como princesa (príncipe en su defecto) en la torre esperando que me salves, mientras que en mi supuesta búsqueda, te das la vida de placer. Y yo aquí, esperando.
No mas. Se acabo eso.



Si en diciembre o mañana o después es el momento, aun esta en veremos, muy a pesar de mi sentir, si es necesario te diré adiós.




Y si lo llegas a leer, he aquí mi verdadero sentir, a mi muy personal percepción, si tienes dudas, ya sabes como encontrarme.





Mientras yo, con el alma medio revuelta y el corazón partido, me voy, sonriendo, queriendo.
Amandome.